Había una vez y así comienzan estas letras, que cuentan y extrañan, atrapan y como si fuese ayer te cuentan, cuentan el cuándo y cómo te conocí, palabras que formaron tu nombre, y letras que formaban palabras que describían tu corazón, y párrafos que ponían en evidencia tu espíritu tan encantador, coplas que quizás entendí para entenderte, y las tome como propias para sentirme parte un poquito de vos, y cuidados que quizás no tuve por apreciarte tanto, y seguía paso por paso indicaciones de tus letras que me llevan a pensar a soñar, recorriendo fecha por fecha desde el instante que no existía, hasta el presente que recorría casi diariamente en busca de tus crónicas tan bellas, creo que hoy me faltas, me faltas en ese lugarcito que quedo vacio en mi escritorio y me faltas en ese lugarcito, que necesito un poco de vos en mi corazón, así la historia se desarrolla y vuelve al presente donde te necesito y así un día de lluvia te marchaste y así un día de lluvia como hoy paso, por la puerta delantera del invernadero con flores que al igual que yo te echan de menos, y te suspiran renglones de pasión, y hoy te recuerdo lo mismo que ayer, recuerdo que dejaste algo lindo bello y un día como hoy con gotas de lluvia purpura te escondiste entre voces y suspiros, gente y razones, y aquí te recuerdo entre mis barbas y mis flecos, entre mis ansias y mis ruegos.
Dady...